Una casa de piedra y madera. Gallega de medio a medio. Tal como era hace 300 años pero acogedora. Con esos detalles que te hacen sentir especial.
Rústica, de aldea, con historia, leyenda y arte.
Calentita y sostenible porque tiene suelo radiante y placas solares. En verano, fresquita. En invierno, cálida.
Dormirás en espacios que conservan la piedra y las vigas de hace tres siglos. Habitaciones con personalidad y confort. Todas tienen suelo radiante, baño, nevera y cafetera. Los cabeceros son elementos etnográficos, los vestidores, artesanía pura. En el baño encontrarás madera centenaria, pizarra y lavabos de mármol. Y creerás que te estás duchando en el río o en el bosque…
Contamos con 7 habitaciones dobles agrupadas en 2 categorías:
1 La suite del lobo, con vistas al horno, al árbol de Pestana, a las estrellas y al bosque desde el que todavía acechan los lobos.
2 La de la luz, en esquina, con galería y pátina de artesano y de artista.
3 La del recuerdo, impresionante estancia con mucha historia: la habitación escondite que durante la guerra sirvió de refugio a tres vecinos de zona, cuyos nombres, anclados a nuestras infancias, todavía resuenan en la memoria.
4 La del jazmín, con los muebles encastrados originales, vistas a las estrellas, y ventana al pajar de pizarra.
5 La del jardín, con pizarra y acceso directo a las zonas verdes de la casa.
6 La de los acebos, con vigas que son obras de arte, pizarra verde en el suelo y situada frente a un pajar evocador, construido en pizarra y granito.
7 La del peregrino, con entrada doble y respiraderos de granito, antaño hechos para el ganado.
Además de la casa, tenemos un espacio mágico. Se llama Círculo Pestana, en honor al escultor y queridísimo amigo Paco Pestana que, el 11 de octubre de 2021, sin previo aviso y tan a su estilo, se fue…
Aquí pasó días felices, creó belleza, cocinó, hizo sidra y nos hizo reír. Aquí se despidió sin despedirse… y como lo queremos tanto y vive en nuestro recuerdo, para él es este espacio luminoso, siempre lleno de amigos y buen rollo, colorista y único, como él.
También hay un árbol especial, una impresionante escultura natural, hecha a sí misma y con la pátina que le ha dejado Paco Pestana. Está en un espacio que el artista bautizó como prado agro pop, en el que dejó otras obras que finalizó poco antes de morir: un sillón de jefe celta, un cerdo azul y un espectacular altar compuesto por una pieza de pizarra de una tonelada asentada sobre un tronco de madera. Es perfecto para hacer yoga, meditación o crucigramas. Y también para dormir. A sus pies gallinas, ovejas y perros. En perfecta armonía. En serena comunión.
Primitivo das Raposeiras es la última obra de Pestana, realizada con una viga original del horno de Catuxa. Está en la era, erguido frente al pajar, con 4 metros de altura y porte imponente. Un desafío al tiempo y un homenaje a Galicia.
Tenemos un horno para hacer pan. Aquí se amasó hace 300 años y hoy lo seguimos haciendo. Es de piedra. Una construcción original de Galicia y cuando vengas, te va a parecer salido de un cuento… Y es que sí, tenemos mucho que contarte.
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